Compartida por mi querida amiga Zuliana.
La publicidad que te mueve por dentro, tira de ti y hasta te saca una lágrima, hay que aplaudirla de pie.
He vivido muy de cerca lo de la carta a los Reyes Magos. No porque la haya escrito. Lamentablemente en Perú no se ha cosechado esa costumbre. Pero he visto a mis sobrinos catalanes, escribirla, depositarla y esperar ilusionados la venida de los de Oriente. He visto hasta a los grandes emocionarse con esa llegada y con todo lo mágico que tiene en sí.
Nunca he dejado que la Navidad me arrastre al consumismo. Y por eso aplaudo más la apuesta por la vuelta a lo básico.
Aún no tengo niños -ya llegarán-, pero tengo sobrinos, una prima chiquitita hermosa, ahijados, hijos e hijas de mis grandes amigos/as y no puedo dejar de conmmoverme con este golazo navideño de Ikea.
No suelo hacerlo, pero les recomiendo que se tomen un momento y le hagan click al video. No se van a arrepentir. Y es que vuestros hijos quieren hoy eso que dice el anuncio.
Realmente vale la pena compartirlo y empezaré por hacersela llegar al padre de Joaquin.
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