2 jul 2009

El Periodismo es un Arte y una Ética

Quiero compartir este artículo sobre todo con aquellos que trabajan o quieren trabajar en medios de comunicación.
Lo he condensado de un discurso del periodista peruano César Hildebrandt que leerán a continuación:

"Ni ciencia exacta ni oficio de cachueleros, el periodismo es un arte y una ética. Es el arte de ser éticos. Es también un modo de vivir y una manera de entender la relación que hay entre belleza y verdad. Y es una manera de percibir que la mayor obra del arte humano es la justicia... siempre he creído que la prensa que no piensa en sus raíces ni en el linaje de sus valores está destinada a ser no sólo efímera sino intrascendente.

... ¿Tiene algún sentido hablar de valores en un mundo que casi se jacta de no tenerlos?
Pues tiene más sentido que nunca.
Porque si la prensa se suma a ese pragmatismo sin escrúpulos que a nadie rinde cuenta, perderá toda importancia y será al final lo que muchos quieren que sea: el espectáculo del entretenimiento y el entretenimiento del espectáculo.

La crisis mundial que atravesamos ha estallado precisamente por la derrota de los valores y el éxito, socialmente estimulado, de la codicia y el cinismo.
Lo que muchos no quieren admitir es que Wall Street cayó después de la caída de aquellos valores que hicieron posibles las revoluciones industrial, tecnológica e informática.
Antes que Citigroup se desplomara, la codicia le había ganado el pulso a la mesura. Antes que la General Motors mendigara cientos de miles de millones de dólares, la usura se había declarado mandataria global. Y mucho antes de que Bernard Maddoff estafara por miles de millones, la especulación se había impuesto a la creación de riqueza y el frenesí del dinero fácil había derrotado a la ética del bien común.

De modo que la crisis que hoy empobrece a todos es, primero y fundamentalmente, una crisis de la ética, una colosal derrota de aquellos valores que la mayoría ni nombra ni aprecia y que son, sin embargo, aquellos que permitieron buena parte de la civilización a la que pertenecemos.
Esos valores se pueden abreviar en uno solo. Y ese valor es el de la empatía, esencia de la tolerancia... capacidad de pensar en el otro, la generosidad de imaginar sus afectos, sus intereses y sus necesidades.


...Estos ladrones que fungían de banqueros, estos financistas que en realidad eran asaltantes, estos ejecutivos que escondían su identidad parásita, estos petroleros que quieren comprar selvas para anegarlas de tóxicos, estos mineros que apetecen tanto los bosques peruanos como las tundras de Alaska, todo este ejército de depredadores, ¿qué tienen en común? Tienen en común haber borrado la palabra empatía de su vocabulario.


...Esta crisis es de ética... ¿qué papel ha jugado la prensa en todo este fenómeno?
...¿Cuántos periodistas de renombre mundial nos dijeron que en Irak no había armas de destrucción masiva o que en Afganistán el cultivo de amapolas creció desde su ocupación por tropas extranjeras?
¿Y cuántos diarios o televisiones del Perú nos dijeron que el fraude delictivo de la empresa estadounidense Enron se debió a que sus auditores –los señores de Arthur Andersen- encubrían las fechorías contables que debían denunciar?
¿Qué periódico nacional nos advirtió que la crisis que padecemos iba a ser la más importante después de la de 1929? Para ser menos exigente: ¿qué periódico nos dijo que venía una crisis? ¿Lo sabían y se callaron para no “desestabilizar el sistema”? ¿O no lo sabían y entonces renunciaron al deber periodístico de obtener información privilegiada y anticipar eventos en nombre del interés público?
¿Cuántos periodistas protestaron cuando el Estado, que no tiene para pagarle sueldos decorosos a los maestros, corrió a salvar a los bancos Latino o Wiese? Sólo en el salvataje del banco Latino se invirtió la suma de 300 millones de dólares. ¿Quiénes levantaron la voz cuando el Estado peruano, representado por el ciudadano estadounidense Pedro Kuczynski, auxilió al quebrado banco Wiese con un aval de 180 millones de dólares?

Hago estas preguntas para intentar explicarles cuán urgente es que los periodistas jóvenes entiendan que
hablar de valores no sólo no es anticuado: es futurista.
Porque el mundo de mañana tendrá que ser distinto, profundamente distinto. Y lo será también en la medida en que los periodistas jóvenes asuman su tarea pensando en el bien común, en la amplitud de los afectos, en la gracia de la empatía, en el retorno a esos valores del humanismo que nos dirigen a la cultura y a la paz.

No teman hablar de valores. No se dejen arrinconar por aquellos que les ofrecen la obediencia del pragmatismo... No podemos ser neutrales ante la destrucción del planeta y el asesinato espiritual de sus habitantes. Un periodismo que prescinda de la ética funcionará como mayordomía de los grandes poderes del dinero. Y un periodista que no sienta que puede contribuir con algo a mejorar al mundo ya no será periodista sino notario –con el respeto que los notarios se merecen-.
El dilema está planteado: o socios de la humanidad y del planeta para cambiar las cosas o militantes de la resignación".




Elegí ser socia de la humanidad y del planeta porque sí creo que podemos y debemos trabajar por el bienestar de la sociedad en que vivimos. ¿y tú?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

bravazo lo del tio Hildebrandt
pero sabemos que al final la ambición siempre vence al menos a la gran mayoria
Percy

Anónimo dijo...

siempre es bueno entrar a tu blog
como dice el chato Hildebrandt la unica esperanza esta en los que estan egresando
saludos desde Chincha
Gianina

Anónimo dijo...

que bueno sería que en la universidad nuestros profes tuvieran internalizado estos pensamientos y nos enseñaran con el ejemplo
grande Hildebrandt
Nadia

Anónimo dijo...

el rol mediatico de los medios se tumba a quien quiere y levanta a quien paga mas
asi funciona
T.

Anónimo dijo...

creo que al final todo periodista es corrompido por el dinero y el poder
un beso preciosa

Anónimo dijo...

Hildebrandt es uno de los pocos periodistas en el Perú que se puede decir que no se ha vendido, aunque en muchas cosas no coincido con él, la visión idealista que manifiesta es la que al final todos quisieramos que se plasmara en la realidad
Santi

Anónimo dijo...

con el gobierno de Fujimori todos se vendieron, sólo queda que los que salen a la cancha ahora demuestren solvencia moral y eso viene de casa
tres besos y un abrazo