Navidad significa para los católicos el renacer de Jesús en nuestros corazones, y cada familia en el país lo celebra de distintas maneras, ya que no es lo mismo celebrarlo en Ica, que en Apurimac o en Chachapoyas.
Este año quiero contar como lo celebra la familia Cabrera.
Eran las 4 de la tarde del 25, en casa todos descansábamos luego de un almuerzo familiar y recibí la llamada de una amiga que me invitaba a la casa de sus tíos a compartir la celebración, le dije que sí e inmediatamente llamé a una amiga para que me acompañara.
Llegamos aproximadamente a las 6 de la tarde, ya estaban en plena entrega de regalos del amigo secreto, nosotras estabámos ahí como espectadoras así que sólo podíamos disfrutar con la alegría de niños y grandes al abrir sus regalos, previa lectura de cartas navideñas, algunas muy largas, otras muy divertidas, pocas muy cortas, pero todas super cariñosas.
Eran 65 los miembros de la familia, se podría decir que un matriarcado, ya que la abuelita Lily así como sus 9 hijas eran las que llevaban la batuta de la reunión, en la que sus 31 nietos y 14 bisnietos eran los más entusiasmados.
Este año se había programado tres números artísiticos, el primero fue el realizado por las 9 hermanas denominado "las chicas del plan" una parodia del grupo musical que en la década de los 90 hizó bailar a todos con el tema "Juana, la cubana", era una alegría verlas a todas bailar para deleite de su madre, de sus hijos y de sus nietos.
El segundo acto fue asumido por las nietas, que hicieron una escenificación de un tema poco conocido y cuyo mensaje final era "no fumar".
Para cerrar el show, los nietos habían preparado un baile (remix de pop, reggaeton y otros) que causaron la euforia de todas las presentes.
Fue una tarde en la que los momentos más emotivos fueron cuando la abuelita agradeció a todos por la unión mostrada, y cuando se llamó por teléfono con altavoz al tío "Perico" que siempre los acompañaba en dicha celebración, pero que éste año no pudo ya que un cáncer de estómago lo impedía.
Al final todos bailamos y el decir todos incluye desde las mamás que bordean los 50 años hasta los bisnietos de 2 años, la alegría era contagiante, tanto así que en medio de una de las salsas muy bien bailadas por cierto, mi amiga Monchy me dijo que le hubiera encantado pertenecer a esta familia.
Lo que me dijo me dejó la reflexión de que realmente el dinero no compra la felicidad y lo digo porque Monchy siempre ha vivido rodeada de comodidades que nunca pueden compensar la falta de amor y comprensión de su madre, mientras que los anfitriones nunca la han tenido fácil económicamente hablando y eso quizás es lo que los ha unido más.
La navidad de los Cabrera es una de las fiestas más bonitas que me ha tocado compartir, sobre todo porque es ya una tradición que no dudo Arianita, una de las más pequeñas (6 años) y que esa tarde en los entretiempos contaba chistes, así como sus primitos seguirán manteniendo.
Sería realmente muy bueno que la navidad sea celebrada de forma similar en cada familia, porque lo importante no son los regalos, sino los detalles y las muestras de amor que hacen a una familia fuerte moralmente, y esa fortaleza es la que sostiene ante cualquier adversidad.
Gracias Lesly y por favor no te olvides de invitarme para el otro año ;)
3 comentarios:
que bonito ejemplo de fiesta navideña, y una familia tan numerosa woooooooooooooowwwwwww
esa es una de las cosas bonitas que aún tiene América Latina
y tu eres una de ellas también
Giusseppe
que bueno que aun hayan familias que mantengas tradiciones tan bonitas Giuliana
un beso Mario
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