A mayor educación, mejor alimentación.

He crecido escuchando los refranes "barriga llena, corazón contento", "en salud, más vale prevenir que lamentar", "gasta en alimentos, si no quieres gastar después en medicamentos", entre otros que siempre me repetía mi abuela cuando de comer se trataba.

Algunas veces no le hice caso, pero sabía que tenía razón.

A continuación transcribo parte de un estudio publicado en Journal of the American Dietetic Association.

"Las personas más educadas consumen alimentos más saludables, y más costosos, que las personas con menor nivel educativo, sin importar cuánto dinero ganan.

Las personas con más ingresos y mayor nivel educativo tienen menos riesgo de tener muchas enfermedades, incluida la obesidad, la diabetes tipo 2 y las cardiopatías.
Los alimentos con menos energía, como las frutas, las verduras y los productos lácteos descremados, tienden a ser más nutritivos que los alimentos con más calorías, como la comida rápida o los dulces.
La cantidad de dinero que cada persona gastaba diariamente por día no estaba asociado de manera consistente con el ingreso personal, pero cuando el equipo analizó el gasto caloría por caloría, halló que el costo por caloría aumentaba con el ingreso...También aumentaba con la educación. Las personas que no tenían un título de bachiller gastaban unos 7 dólares por cada 2000 calorías que ingerían, a diferencia de los 8 dólares que gastaban los participantes con un posgrado...
Otros análisis demostraron que la educación fue el factor más sólido que el ingreso familiar en esa relación".

Los conocimientos le dan al ser humano el poder de construir o destruir, en lo referente a la salud, si nos informamos sobre lo que realmente necesitamos consumir para nutrir nuestro organismo, no necesitaremos recurrir seguido a hospitales y farmacias.

En las escuelas públicas en Ica, los niños actualmente reciben una ración diaria de desayuno escolar con los nutrientes necesarios para su desarrollo físico y mental, o al menos eso es lo que indican las envolturas de lo que consumen. Lo que hace falta es educarlos para que a la hora que se encuentren en el kiosko de la escuela opten por frutas y no por caramelos o galletas.

Perú es un país privilegiado por su geografía y por climas que le permiten variedad de cultivos, que incluso exportamos a otros países, tenemos un mar que nos provee de distintas especies y una selva cuyas bondades nutritivas de sus plantas (maca, el camu camu y la uña de gato entre otros) aun no es totalmente conocida. Es tarea del Estado también difundir estas riquezas en las escuelas, promoviendo así una cultura de salud entre todos los ciudadanos.