Estaba pensando sobre qué escribir cuando se me pidió hacerlo sobre un tema social, y dio la casualidad que se me ocurrió entrar al teatrín de mi Universidad a distraerme un rato, allí se estaba realizando una charla y el expositor hablaba sobre la realidad del idioma quechua en nuestro país, expresando una real preocupación para la lengua madre de tantos peruanos no se extinga, como tantas otras lenguas nativas que ya no se hablan en nuestro país.
Entonces recordé un frase de Paulo Coelho en su libro “El Alquimista”, “todo el universo confabula para que realices una misión”.
Así que decidí tocar este tema, de actualidad y profundo contenido social.
Entonces recordé un frase de Paulo Coelho en su libro “El Alquimista”, “todo el universo confabula para que realices una misión”.
Así que decidí tocar este tema, de actualidad y profundo contenido social.
Los peruanos somos un producto histórico de diferentes mestizajes, somos multiculturales. El multiculturalismo es uno de los temas de mayor vigencia actual a nivel mundial, y es un problema que plantea retos cruciales en el campo práctico.
Un estado multicultural es aquel que acepta diversa identidades nacionales (varias historias, idiomas, costumbres), y esto todavía no es posible en la mayoría de países, donde los grupos que los habitan se han sentido excluidos dentro de su propio estado.
Un estado multicultural sólo es posible dentro de un contexto democrático, cómo es el caso de España, donde hasta hace unos años los catalanes se sentían excluidos, pero hoy el gobierno ha reconocido su idioma como oficial, dándole su verdadera importancia.
Dentro de un estado multicultural, está el ciudadano multicultural, aquel que acepta de manera positiva la pluriculturalidad existente en su estado, la respeta, y siente la curiosidad de conocer la cultura del “otro” y a la vez aprender de ella.
En nuestro país nos interesamos más por culturas de afuera, que por las que conviven con nosotros dentro de nuestro territorio; preferimos hablar inglés o francés que el quechua, idioma oficializado en 1976 por Velazco Alvarado, pero que hasta la fecha poco se ha hecho por valorarlo en su total dimensión y estimular su difusión, incluso muchos hijos de quechua-hablantes nacidos en la costa ya no quieren hablarlo y hasta sienten vergüenza de escucharlo en sus padres, sienten que en lugar de ser una razón de orgullo, es un estigma que los discrimina.
Aparte de quechua tenemos ahora sólo 45 dialectos de los más de 400 existentes en el siglo pasado, todo un atentado contra nuestro patrimonio. Para ello el Estado debe fomentar con verdaderas políticas, el respeto y difusión de éstas, para que no entren en el triste camino de la extinción.
No basta con conocer la riqueza cultural para lograr su respeto, se debe promover los beneficios que trae esta diferencia, sobre todo a países como el nuestro, con un rico legado que nos debe llenar de orgullo y ser uno de los pilares de nuestra identidad nacional.
Marginar a las personas por su credo, raza, idioma, costumbres u otros, es muestra de intolerancia e ignorancia, hoy en pleno siglo XXI ya no deberían existir prejuicios que sólo atrasan el progreso social.
En el Perú, la Educación Básica Regular implantada por el Ministerio de Educación ha llegado a la conclusión de que es fundamental para nuestro desarrollo afianzar la interculturalidad desde los primeros años, para así formar personas verdaderamente democráticas, con actitud tolerante y asertiva que se preocupe por nuestro legado histórico y cultural y que lo muestre con orgullo al mundo.
También enfatiza el respeto que debe haber por la lengua materna en todos los rincones del país, esto es, si soy maestra y llego a educar a la selva, debo aprender el idioma nativo y alfabetizar en ese idioma si es posible y sólo después de esto enseñar como segunda lengua el castellano ¿pero esto verdaderamente se cumple? Lamentablemente muy poco, hay que intensificar en los docentes salientes, la Formación Bilingüe, para que pronto esta norma del Estado se cumpla a cabalidad.
Los chinos en cualquier rincón del mundo siguen manteniendo sus costumbres e idioma, y los transmiten generación tras generación con orgullo, ¿por qué no nos identificamos así con lo nuestro?
Un ejemplo aplaudible es el plan piloto ejecutado por la Municipalidad del Callao, donde en las tardes los niños de nivel primaria, reciben clases de idiomas primero el quechua y luego el ingles, idiomas que son impartidos en forma obligatoria y que ha tenido una gran aceptación dentro de la comunidad educativa de este centro piloto. Ejemplos como éste de intercambio lingüístico deben ser estimulados y promovidos por el Estado, que debe de concientizar a los ciudadanos a través de la educación y debe ver también la forma de incrementar producción literaria en lenguas nativas.
Una lengua no es mejor que otra, es sólo distinta, ni una es correcta y la otra no lo es, todas son instrumentos de comunicación y de dominio también.
En este sentido también los medios de comunicación y los comunicadores sociales cumplen un rol vital, ya que llegan a lugares que incluso a veces ni los maestros llegan, por eso deben cumplir el rol social de educar, que es uno de sus principios fundamentales, por tanto deben estar preparados y difundir programas en lenguas nativas, y al lugar que lleguen hablar o escribir en dicha lengua y a la vez propiciar el aprendizaje de otra.
Las grandes empresas deben involucrarse y entender que es tarea de todos la revaloración de nuestras riquezas culturales así como mantener las diferencias existentes en los grupos minoritarios, hoy excluidos, que han subsistido al paso de los años con firmeza y pese al poco apoyo de las mayorías.
Un estado multicultural es aquel que acepta diversa identidades nacionales (varias historias, idiomas, costumbres), y esto todavía no es posible en la mayoría de países, donde los grupos que los habitan se han sentido excluidos dentro de su propio estado.
Un estado multicultural sólo es posible dentro de un contexto democrático, cómo es el caso de España, donde hasta hace unos años los catalanes se sentían excluidos, pero hoy el gobierno ha reconocido su idioma como oficial, dándole su verdadera importancia.
Dentro de un estado multicultural, está el ciudadano multicultural, aquel que acepta de manera positiva la pluriculturalidad existente en su estado, la respeta, y siente la curiosidad de conocer la cultura del “otro” y a la vez aprender de ella.
En nuestro país nos interesamos más por culturas de afuera, que por las que conviven con nosotros dentro de nuestro territorio; preferimos hablar inglés o francés que el quechua, idioma oficializado en 1976 por Velazco Alvarado, pero que hasta la fecha poco se ha hecho por valorarlo en su total dimensión y estimular su difusión, incluso muchos hijos de quechua-hablantes nacidos en la costa ya no quieren hablarlo y hasta sienten vergüenza de escucharlo en sus padres, sienten que en lugar de ser una razón de orgullo, es un estigma que los discrimina.
Aparte de quechua tenemos ahora sólo 45 dialectos de los más de 400 existentes en el siglo pasado, todo un atentado contra nuestro patrimonio. Para ello el Estado debe fomentar con verdaderas políticas, el respeto y difusión de éstas, para que no entren en el triste camino de la extinción.
No basta con conocer la riqueza cultural para lograr su respeto, se debe promover los beneficios que trae esta diferencia, sobre todo a países como el nuestro, con un rico legado que nos debe llenar de orgullo y ser uno de los pilares de nuestra identidad nacional.
Marginar a las personas por su credo, raza, idioma, costumbres u otros, es muestra de intolerancia e ignorancia, hoy en pleno siglo XXI ya no deberían existir prejuicios que sólo atrasan el progreso social.
En el Perú, la Educación Básica Regular implantada por el Ministerio de Educación ha llegado a la conclusión de que es fundamental para nuestro desarrollo afianzar la interculturalidad desde los primeros años, para así formar personas verdaderamente democráticas, con actitud tolerante y asertiva que se preocupe por nuestro legado histórico y cultural y que lo muestre con orgullo al mundo.
También enfatiza el respeto que debe haber por la lengua materna en todos los rincones del país, esto es, si soy maestra y llego a educar a la selva, debo aprender el idioma nativo y alfabetizar en ese idioma si es posible y sólo después de esto enseñar como segunda lengua el castellano ¿pero esto verdaderamente se cumple? Lamentablemente muy poco, hay que intensificar en los docentes salientes, la Formación Bilingüe, para que pronto esta norma del Estado se cumpla a cabalidad.
Los chinos en cualquier rincón del mundo siguen manteniendo sus costumbres e idioma, y los transmiten generación tras generación con orgullo, ¿por qué no nos identificamos así con lo nuestro?
Un ejemplo aplaudible es el plan piloto ejecutado por la Municipalidad del Callao, donde en las tardes los niños de nivel primaria, reciben clases de idiomas primero el quechua y luego el ingles, idiomas que son impartidos en forma obligatoria y que ha tenido una gran aceptación dentro de la comunidad educativa de este centro piloto. Ejemplos como éste de intercambio lingüístico deben ser estimulados y promovidos por el Estado, que debe de concientizar a los ciudadanos a través de la educación y debe ver también la forma de incrementar producción literaria en lenguas nativas.
Una lengua no es mejor que otra, es sólo distinta, ni una es correcta y la otra no lo es, todas son instrumentos de comunicación y de dominio también.
En este sentido también los medios de comunicación y los comunicadores sociales cumplen un rol vital, ya que llegan a lugares que incluso a veces ni los maestros llegan, por eso deben cumplir el rol social de educar, que es uno de sus principios fundamentales, por tanto deben estar preparados y difundir programas en lenguas nativas, y al lugar que lleguen hablar o escribir en dicha lengua y a la vez propiciar el aprendizaje de otra.
Las grandes empresas deben involucrarse y entender que es tarea de todos la revaloración de nuestras riquezas culturales así como mantener las diferencias existentes en los grupos minoritarios, hoy excluidos, que han subsistido al paso de los años con firmeza y pese al poco apoyo de las mayorías.
Debemos tener en cuenta que si la biodiversidad es considerada una gran riqueza de los pueblos, con mucha mayor razón debemos apreciar la diversidad humana, tan rica y susceptible de combinaciones a través del tiempo.
Aqui unos audios sobre lenguas nativas de la siempre recomendable web de Radialistas Apasionadas y Apasionados
4 comentarios:
Querida Hermana, este articulo es palpable en nuestro contexto, ya que la eduacion que se imparte es antagonica y discriminativa en casi todos sus aspectos. ¿por qué forzar a un niño de la sierra a hablar un idioma ajeno a ellos y a su realidad? ¿por qué no impartir conocimientos mediante codigos linguisticos usados en cada comunidad, respetando la cultura milenaria de las mismas?...
Una y miles interrogantes surgen en el camino de la lectura de este post, pero si hay algo que recriminarnos a nosotros mismos, que hemos hecho por cambiar esta situaci´´on tal vez nada, pero aún hay tiempo para brindar nuestros aportes a las nuevas generaciones de peruanos que tal vez u día pasen por nuestras manos.
chevere el artículo, me he encontrado de casualidad con tu blog, tambien odio a la rata de encinas y a su gente que intenta regresarlo al poder, yo estudio educación y estoy empezando un trabajo con algunos cchicos de la unica, más que todo con cuestiones de organización y participación que son cosas que no existen en la UNICA, bueno si te interesa este es mi blog, www.tremenda-libertad.blogspot.com a ver si hablamos un día y elaboramos nuevas propuestas para pisar a las ratazs....
mis padres son quechua hablantes, pero la verdad si he negado muchas veces esto antes mis amigos porque me daba verguenza, tienes razon deberia sentir orgullo por mi lengua materna, también estudio educación en Ica, pero mis padres son de Huancavelica
felicidades y me gustaría conocerte
Maria
no crees que los programas cómicos en el Perú aumentan la discriminación pues siempre se burlan de los indígenas
bueno esa es mi opinión
Camila
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