20 jun 2012

Sabiduría tolteca


15 jun 2012

Laguna de Huacachina es declarada como Zona Reservada por el Minam


Por fin lo que todos y todas las que nacimos en Ica, reclamábamos, la Laguna de Huacachina, conocida como el Oasis de América, ha sido declarada por el Ministerio del Ambiente (Minam)  como Zona Reservada, con el propósito de conservar su diversidad biológica, cultural y paisajística.

La Resolución Ministerial N° 141-2012-Minam publicada en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano precisa que tiene una superficie de 2,458.25 hectáreas y forma parte del ecosistema especial de la Ecorregión del Desierto del Pacífico y Zona de Vida Desierto Subtropical.

Con la medida se busca promover el uso sostenible de los recursos naturales del área, contribuyendo de esta manera al bienestar de la población y de las futuras generaciones.
Se aplica en virtud a la ley que declara de interés nacional la recuperación, conservación, protección y promoción de la laguna Huacachina, así como su intangibilidad.

Una comisión se encargará de la formulación de la propuesta de ordenamiento territorial para la categorización definitiva de la zona reservada, la misma que en un plazo no mayor a seis meses, contados a partir de su instalación, deberá ser alcanzada al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).

El grupo de trabajo estará integrado por un representante de la gerencia regional de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente de Ica, quien lo presidirá.
También por representantes del municipio provincial de Ica, Sernanp, direcciones regionales de Comercio Exterior y Turismo y de Cultura, Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre, Autoridad Administrativa del Agua Cháparra-Chincha, universidad San Luis Gonzaga y del comité de gestión “Salvemos Huacachina”.

La ciudad de Ica, años atrás conocida como el Valle de las Lagunas, sólo cuenta con Huacachina y en manos del Estado y de los ciudadanos que aman a Ica está el poder recuperarla y mostrarla como antaño, hermosa, enigmática y acogedora.

14 jun 2012

Baile de Los Negritos y de Las Pallas son declarados Patrimonio Cultural


El Ministerio de Cultura declaró ayer Patrimonio Cultural de la Nación al hatajo de negritos y las pallas, de la costa sur y central, consideradas como expresiones que combinan el fervor popular y las tradiciones de larga data.
Ambas manifestaciones son resultado de la transmisión intergeneracional de una serie de saberes y conocimientos colectivos.
El hatajo o atajo de negritos y pallas o pallitas son expresiones musicales y de danza que consisten en la ejecución de bailes basados en el zapateo, canto e interpretaciones del violín y la guitarra españoles.
El baile del zapateo involucra la reproducción de patrones rítmicos de ascendencia africana al son de los instrumentos musicales que evocan tonadas con influencia andina.
Tradicionalmente, el hatajo de negritos es interpretado por varones y las pallas son exclusivas de las mujeres, y se bailan juntos como parte de las celebraciones por la Navidad, con especial incidencia en la Región Ica.
Durante los festejos, los varones visten coloridas bandas y contrabandas, y portan una campana y un vistoso chicotillo con cascabeles; las mujeres llevan vestidos de color claro y velos de tul, así como bastones multicolores. Todos visitan casas de la zona y alrededores.
En estas visitas presentan sus danzas y cánticos al niño Jesús de los nacimientos de los hogares y los anfitriones los agasajan con comida y bebida. También ejecutan sus danzas en calles y plazas.
Los negritos zapatean al ritmo del violín y las pallas, al compás de la guitarra. En resumen, los danzantes representan a los pastores que visitan a Jesús al nacer.
Estas expresiones culturales tienen como antecedente histórico una larga tradición de danzas y cantos de villancicos frente a los nacimientos, de procedencia española, pero fuertemente asentadas en Perú desde el siglo XVII.
Testimonios locales ubican el origen del hatajo de negritos y las pallas hacia 1761; otros dan cuenta de que ya se bailaban de la forma actual en la década de los veinte del siglo pasado.
Su reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Nación fue establecido a través de la Resolución Viceministerial Nº 035-2012, publicada en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano.
Fuente: Agencia Andina

2 jun 2012

El marketing como arma para prevenir los conflictos sociales

“El error de muchas empresas que enfrentan conflictos sociales es que se lanzan a implementar acciones de responsabilidad sin preguntar qué es lo que quieren las comunidades”, apunta Arnaldo Aguirre, gerente comercial de Arellano Marketing.
Para el especialista, una acción de responsabilidad social empresarial solo será exitosa si cubre necesidades que los pobladores involucrados consideran como prioritarias, lo que imita la función natural del marketing.
“La desnutrición es importante, pero quizá no es lo más urgente para los comuneros; por eso, las estrategias de una compañía para combatirla pueden no tener el impacto esperado”, comenta Aguirre.
En este sentido, conocer las preferencias de los pobladores y los líderes de las comunidades es indispensable para elaborar estrategias. Y es preferible recolectar la información por separado, pues, en algunos casos, los dirigentes malinterpretan las necesidades que plantean los comuneros, señala el gerente de Arellano.
Y con prácticas de RSE adecuadas, la mejora en la relación con las comunidades será inminente. “En la medida que existe una buena relación con las comunidades, los riesgos de que se desaten un conflicto son menores”, asegura Aguirre.
Estilos de vida
A la hora de recolectar la información, es necesario segmentar a los receptores de las acciones de RSE por estilos de vida, ya que sus necesidades variarán según el perfil.
“Así como no es lo mismo venderle una cerveza al sector A de San Isidro que al sector A de Carabayllo, tampoco es lo mismo una estrategia para una mujer moderna que para una conservadora”, señala Aguirre, quien destaca que la clasificación de personas por NSE es incompleta.

Fuente: Diario Gestión