14 jul 2008

¿Publicidad delictiva?

A continuación he condensado un artículo sobre publicidad enviado por Koldo Campos Sagaseta titulado “Jugar con la ciudad” que me parece interesante y con el que concuerdo en muchos aspectos.

"De nuevo una empresa automovilística vuelve a relacionar en su publicidad dos conceptos antagónicos cuya asociación debiera estar prohibida: juego y automóvil. Si no hace mucho era BMW la que invitaba “sal a jugar” con su último modelo, ahora Nissan propone su vehículo, “diseñado para jugar con la ciudad”.
Vincular, desde la publicidad, la conducción con el juego puede resultar tan letal como asociarla al consumo de alcohol.
Los fabricantes de automóviles producen modelos cada vez más caros, más rápidos y menos seguros. Ellos sólo se deben a las ganancias y las ganancias las reportan las ventas. Para aumentar los beneficios se reducen los costos de investigación y la seguridad. Sólo la publicidad ve crecer sus recursos. Una publicidad que crea y fomenta hábitos, que perfila maneras y gustos, y que en su apología de la velocidad y el juego es tan responsable como la industria o el Estado de las muertes que deja el negocio del transporte.
Los jóvenes, precisamente, son los que con más frecuencia ocupan los trágicos titulares de los fines de semana. El juego que se proponía se interrumpió en una curva, el placer se quedó dormido, la escapada se estrelló contra otro juego.
Nadie ha visto a un muerto celebrar su vida, pero para ciertas empresas un automóvil no es un medio de transporte, es, sobre todo, la ocasión de divertirse.
Jugar y conducir. Pero…¿un vehículo es un juguete? ¿Son las carreteras salas de juego?
Todos los días, en el mundo, miles de personas pierden la vida en calles y carreteras. El poder de la tecnología no fue capaz de salvarlas, la diversión derivó en tragedia y la fiesta en funeral.
Y todo por no saber que un automóvil no prolonga tu pene más allá de tu engaño, no rejuvenece tus arrugas, no te disimula la papada, no te hace deseable, no te cede el paso, no es tu compañero; no te gana el respeto de tus hijos ni te garantiza el solidario abrazo de los tuyos, no es tu familia; que un automóvil no carga su combustible, no repara sus fallas, no paga en el peaje, no es independiente; que un automóvil no te comprende, porque no te escucha ni te habla, porque no compartes con él la misma cama, no es tu amigo ni es tu amante.
Un automóvil no decide el destino, ni mete la primera, ni pone la segunda, ni elige adelantar por el desvío, ni se hace cargo de las vacaciones… o del hospital. Tampoco es Dios. Un automóvil sólo es una máquina en la que vas y vienes.
No permitas que te conduzca él".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cuando hablamos de medios y malas influencias queda tambien la opcion de la elección pero muchas veces te tienes que soplar la publicidad porque no te queda otra y nunca faltan idiotas que les encante divertirse poniendo en riesgo vidas.

Oskar Natteri Laguna: dijo...

Interesante el articulo, pero lastimosamente no son los unicos que te vende gato por liebre los licores que te venden sexo y por su compra te desgracian con ITS o cargas no elegidas, los cigarros que te venden una cara bonita y te obsequian cancer, los periodicos que te venden informacion y te regalan cortins de humo y banalidades, en fin hay tantos ejemplos y el espacio es corto...felicidades Giuliana ta bien el articulo..... te recomiendo visitar,
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